Durante el camino a la cafetería ninguno hizo comentario alguno, unicamente Judas le daba miradas fugaces a Andrew con una pequeña sonrisa que no sabría describir, podría ser una sonrisa de felicidad por al fin ir a comer algo, o simplemente era el placer de haber sido aceptado por Andrew.
—¿Eres de aquí?—
Comenzó preguntando Andrew queriendo disipar la atención de él, hacía la ventana a su costado.
—Mm, soy de todas partes, no suelo quedarme demasiado tiempo en un sitio—
—Ah... Inquieto eh— Una broma suave seguido de una pequeña risa
—Si... No soy yo... Es cosa de mi ocupación, no me permite asentarme—
—¿A qué te dedicas?—
—¿Mmh...? Yo... Creo que me dedico a toco.— Judas igual bromeó, pero él se rió abiertamente. —Limpio lugares, aveces hago favores, todo lo que se pueda hacer a cambio de dinero y un poco de diversión, ya sabes.— Judas lo miró volviendo a guardar silencio a la par de estacionar el auto —Pero ¿Por qué estamos hablando de mi? Tu debes ser mucho más interesante que yo.—
—Mmm jaja... Yo no soy interesante, solo... Dirijo eventos, en eso paso todo mi rato, de echo yo organice la boda de Susan y Ma... Mattew— Maldición, el nombre se le atoró en la garganta, y frente a la completa atención de Judas, ¿Por qué siempre tenía que arruinar todo?
—La boda claro, debo confesarte que fué preciosa... Algo tenía incluso el vals fué mágico— No, mala elección de palabras. Judas Pretendió acariciar la mejilla de Andrew pero el pequeño ya tenía la puerta abierta.
—Eso no lo hice yo— Espeto severo y con suficientes dejes de desprecio para saber lo mal que sonó el cumplido.
Andrew se alejó de la mano de Judas, salió dando un portazo y caminó en dirección a la cafetería a paso tan largos que casi lo alcanzan trotando.
—¡Oye... espera!—
Judas se tuvo que apresurar a detenerlo tomándolo de la mano, Andrew simplemente se dejó hacer, igual no contaba con la energía suficiente para pelear de nuevo. Ambos se miraron y para sorpresa del menor, el rubio solo le sonrió intentando que con eso se entendiera que no pasaba nada y sido había sido un comentario. al poco rato dejaron la cosa volar y tomaron la mesa que Judas escogió, al fondo del local, lejos del resto de personas para brindarles privacidad y de la estereo para estar tranquilos y sin ruido adicional.
—Buenas noches, bienvenidos, ¿Les tomo la orden?— Judas miró a Andrew y él negó despacio pasando la mirada por la carta distraido.
—Estamos bien, gracias— La mesera asintió y se retiró, y Andrew bajó la carta, recargando la barbilla contra la mesa.
—Disculpa por hacer un teatro allá afuera...—
—No no, déjalo, lo entiendo... Sé que no confías en mí porque ya sabes... no me conoces, pero puede que yo sea de ayuda— Andrew lo miró con el entrecejo fruncido extrañado por la repentina propuesta, estaba claro que no le iba a contar la mierda que se llevaba encima.
—¿Disculpa?—
—Oh dioses... no, no quiero que pienses que soy un entrometido... es solo que la imagen de tí llorando en ése patio trasero... te quedaste en mi mente toda la noche—
—¿Por qué? Tu mismo lo dijiste, no nos conocemos— Andrew comenzó a removerse incómodo.
—No, dije que tu a mí no me conoces.— Judas sonrió calidamente.
Y algo pareció hacer click en la cabeza de Andrew —Oh santa mierda... ¿eres un acosador?—
—¡¿Qué? NOO... quiero decir, soy amigo de Mattew desde octavo grado, claro que te eh visto muchas veces, era divertido, te paseabas detrás de Matt todo el tiempo, en realidad fue un poco decepcionante saber que se casaría— Judas posó su mano sobre la de Andrew aprovechando su pequeño shock, y la acarició con suavidad. —Siempre te ví más hermoso a tí que a Susan—
Y con ésto ultimo, fue Andrew el que reaccionó, y quitó la mano de la superficie como si le quemara. —!¿De qué mierda estás hablando?! Tu... dices que lo lo, ¿Lo sabes?—
—Mmmh no lo sé, depende de qué estés preguntando...—
—Sabes de...— La voz se le comenzó a desmoronar, pero se negaba a sollozar, tomó el poco coraje que le quedaba y miró a Judas al rostro con tanta pena y tristeza, pero avergonzado de verse descubierto —De mis sen...—
—Si, y no necesitas explicar nada, eso no me corresponde.— Judas lo interrumpió, y con el entrecejo contraído en un gesto de preocupación obligó a Andrew a mirarlo a los ojos, tomándolo por la barbilla.
—Solo quiero que sepas que aquí estoy, y si tu lo quieres así, me puedo quedar— Andrew tenía más de un tornado en la cabeza, con un hasta ahora desconocido amigo de Andrew declarándosele... de echo, él conoció a todos los compañeros de Mattew, eso de estar detrás de él todo el tiempo, en realidad no había sido una mentira; y en todo el tiempo de conocerlo... nunca había visto a Judas, y Mattew nunca lo mencionó, pero igual las caricias de Judas sobre su mejilla le ayudaban a embriagar las dudas, porque Mattew podía tener amigos de los que nunca habla ¿Cierto?